Crear caminos y construir puentes no son únicamente actividades arquitectónicas, la comunicación y la difusión, gracias a la libertad de expresión, también son grandes influyentes para que se den estas cuestiones. La interacción entre personas, mediante el internet o la telefonía, permiten que se puedan romper las barreras geográficas y que cada uno entre en un oasis en donde se encuentran estas almas sedientas por compartir ideas y nutrirse culturalmente.
Aquí vamos a encontrar notas sobre un género musical que surgió por la necesidad de querer dar a conocer lo que sucedía en el mundo, informar sobre las atrocidades que la opresión y la desigualdad generaban, y generan, día a día. El Reggae no solo es música alegre y bailable, lleva en ella, y en sus letras, realidades que conviven con nosotros y que a pesar de ser cuestiones aceptadas por la sociedad como parte de nuestros días, lucha constantemente para dar a torcer el brazo de la hegemonía y así lograr una equidad cultural y racial. Letras como “One Love”, del estandarte Bob Marley, explican este entramado de una manera simple y profunda, demostrando como un sentimiento puede irrumpir en nuestras rutinas y así engendrar vínculos comunicacionales para incluirnos a todos dentro de la red sociocultural.
Las plataformas comunicacionales parecen ser parte de un sector privilegiado económicamente, si lo miramos globalmente. ¿Quién podría negar que en África hay más muertes por desnutrición, que celulares o computadoras? La globalización parecer ser el superhéroe al que todos honramos, pero no nos damos cuenta de que realmente existen diversidades étnicas que únicamente son respetadas si se conocen. Lo que genera miedo es lo desconocido y ante lo desconocido se responde con violencia, a la que algunos llaman, erróneamente, “civilizar”. Por eso es importante saber de dónde se originan estos ritmos que guardan en su interior gritos de auxilio, advertencias que aquí van a tener su espacio.